Por: Fabiola Maza

Salud mental y riesgos psicosociales en el trabajo: ¿Por qué los empleadores no deben descuidarlos?

El 58% de peruanos indicó sentirse estresado al punto de no poder ir a trabajar, según una encuesta de Ipsos Global a mediados del 2023.

En los últimos años, el tema de la salud mental se ha convertido en una preocupación recurrente para los empleadores en el Perú debido al impacto que genera en las personas y en las organizaciones. En una encuesta de Ipsos Global a mediados del 2023, el 58% de peruanos indicó sentirse estresado al punto de no poder ir a trabajar.

Esta problemática exige que las organizaciones establezcan mecanismos y acciones de prevención y gestión de los riesgos psicosociales en el trabajo, que son aquellos factores o condiciones que pueden afectar negativamente el bienestar o la salud física psíquica y social de la persona, así como al propio entorno de trabajo. Dichos riesgos pueden agudizarse debido a una deficiente gestión de la organización del trabajo, carga excesiva, problemas de liderazgo, falta de atención en casos de acoso laboral y acoso sexual, entre otros.

¿Qué dice la normativa sobre la salud en el trabajo?

La normativa de seguridad y salud en el trabajo establece que los empleadores están obligados realizar un monitoreo de riesgos psicosociales, los cuales deben ser tomados en consideración en la elaboración de la Identificación de Peligros y la Evaluación de Riesgos y Controles (IPERC), debiéndose adoptar acciones y estrategias para su mitigación. El teletrabajo, además, presenta nuevos retos para los empleadores, pues exige considerar incluso factores externos que puedan afectar la salud mental de sus trabajadores. Por ejemplo, en otros países ya se debate si la violencia familiar puede constituir también un riesgo psicosocial en el teletrabajo.

Precisamente, el año pasado se discutió un Proyecto de Ley que buscaba reforzar las obligaciones del empleador en la gestión de riesgos psicosociales y que incluía tanto factores intralaborales como extralaborales (vinculados a condiciones externas a la relación de trabajo pero que inciden en ésta) y proponía obligaciones como la contratación de un psicólogo/a, capacitaciones y talleres sobre manejo del estrés laboral, entre otros.

La falta de gestión de estos riesgos no solo puede generar un mal clima laboral, ausentismo, baja productividad, y dificultad para la atracción del talento, sino que puede ocasionar afectaciones en la salud del personal. Asimismo, una ausencia total en el monitoreo o identificación de los riesgos psicosociales constituye un incumplimiento del empleador, pudiendo ser sancionado por la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (SUNAFIL) con multas que van desde S/15,450.00 y S/257,500.00, dependiendo del número de trabajadores afectados.

Es importante también tener en cuenta que las autoridades judiciales ya están considerando el impacto de los cambios laborales en las empresas en la salud mental del personal. Por ejemplo, en la Casación 3636-2021-Lima, la Corte Suprema ordenó el pago de una indemnización por daño moral al considerar que los cambios laborales implementados por el empleador afectaron la dignidad de los trabajadores, lo cual, a su criterio, se acreditó con los informes médicos sobre salud mental que fueron presentados como medios probatorios

¿Qué estrategia deben seguir los empleadores?

Como se advierte, es esencial que los empleadores desplieguen una estrategia integral para afrontar los riesgos psicosociales en el ambiente de trabajo, lo cual podría incluir:

  • Diagnóstico y monitoreo: exige que la organización identifique los riesgos psicosociales en su entorno, a través de encuestas u otras metodologías que evalúen la situación actual y los riesgos que deban ser gestionados por el empleador.
  • Capacitación continua: implica desplegar esfuerzos para capacitar a los trabajadores en la gestión del estrés laboral, organización de trabajo, entre otros. Asimismo, es necesario que los empleadores capaciten a sus líderes, pues son estos quienes inciden directamente en la organización del trabajo, así como de identificar posibles casos de afecciones (situaciones de burnout, ausentismo por depresión) o, incluso, mantener prácticas de trabajo que no resultan saludables para el entorno.
  • Políticas de atención y gestión de denuncias: especialmente de casos de acoso laboral y hostigamiento sexual. Al respecto, el acoso sexual laboral continúa siendo un problema creciente en nuestro país, pese a la regulación existente.
  • Políticas de bienestar: dirigidos no solo a propiciar un ambiente de apoyo mutuo sino también a evaluar esquemas de trabajo flexible para mejorar el equilibrio entre la vida laboral y personal.
  • Gestión adecuada de los cambios laborales: que son aplicadas en la organización.

 

En definitiva, los riesgos psicosociales en el trabajo son un desafío importante para los empleadores. La alta prevalencia de estrés, carga de trabajo excesiva y acoso laboral subrayan la necesidad de una gestión proactiva y efectiva. Si bien la normativa en materia de seguridad y salud proporciona un marco sólido de acción, es crucial que las empresas implementen estrategias prácticas y continuas para proteger y promover el bienestar de sus empleados. Al hacerlo, no solo se mejora la calidad de vida de los trabajadores, sino que también se incrementa la productividad y el buen clima laboral.

«La ausencia total de monitoreo de los riesgos psicosociales, puede implicar multas de SUNAFIL que van desde S/.15,450.00 a S/.257,500.00, según el número de afectados.»

Fabiola Maza, Asociada principal de Vinatea & Toyama Abogados

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