Ahora bien, dado que siempre se busca el uso eficiente de recursos, la clave para implementar un salario emocional exitoso está en conocer las necesidades y expectativas de los trabajadores (encuestas y focus groups son herramientas clave). Cada persona es diferente, por lo que las soluciones deben ser personalizadas y alineadas a la estrategia del negocio. 

Debido a que la implementación de estas políticas impactará directamente en el desempeño de la organización, puntualicemos algunos detalles relevantes:

1. Mejora el compromiso y la productividad. Cuando los trabajadores se sienten emocionalmente satisfechos en su entorno laboral, su motivación aumenta y se traduce en mayor compromiso con la empresa, lo cual impacta directamente en su productividad. En ese sentido, los trabajadores que perciben que su trabajo tiene un propósito (que suma en la colectividad o que alinea con el propósito propio), que son reconocidos por sus logros y que tienen un ambiente saludable, tienden a ser más proactivos y trabajan mejor. En cambio, un ambiente laboral carente de estímulos emocionales positivos puede llevar al agotamiento, a la baja productividad y a la pérdida de talento.
   
   
2. Atrae y retiene talento. En el contexto de creciente competencia por talento, un salario emocional atractivo puede ser decisivo para que los empleados elijan quedarse o incluso para decidir unirse a una empresa. En este punto, resulta relevante reconocer que en las organizaciones se requiere talento intergeneracional, y que cada colectivo tendrá expectativas particulares, sin embargo, los estudios avalan que el factor aglutinante es la flexibilidad, ya sea mediante políticas de trabajo flexible (home office) con horarios adaptados a conciliar las necesidades familiares/ personales, o creando oportunidades de crecimiento profesional o un ambiente inclusivo. Todo esto puede marcar la diferencia a la hora de tomar decisiones laborales.
   
   
3. Motiva una cultura organizacional saludable. Las empresas que invierten en el bienestar emocional de sus empleados crean un ambiente más colaborativo, respetuoso y motivador, lo que reditúa en el fortalecimiento de la cultura organizacional. Así, el salario emocional no solo mejora la convivencia, sino que también favorece el sentido de pertenencia y la identidad corporativa, lo cual se refleja en una mayor lealtad hacia la empresa.
   
   
4. Fideliza y reduce la rotación. Hoy organizaciones que luchan con la fuga de talento, especialmente los más jóvenes (generación Z), quienes están más atentos a factores como el ambiente laboral y las oportunidades de desarrollo inclusivo o cómo su trabajo impulsa o favorece su propósito de vida. Al integrar el salario emocional en la estrategia de la empresa y en su propuesta de valor, se puede lograr que los trabajadores se queden por más tiempo porque se vinculan positivamente con ella, lo cual favorece la estabilidad y el crecimiento a largo plazo, reduciendo la rotación, que representa un costo alto de tiempo y dinero.