Esta pregunta me la hice hace unos días en un webinar que organizamos en Vinatea & Toyama, porque un día después de la cuarentena habrá un embalse de audiencias y actuaciones judiciales y todos los que litigamos tendremos que ir a los juzgados y cortes, a pesar de querer mantener “distancia social”, igual que los jueces y sus auxiliares.
Los procesos judiciales orales, como los laborales, aprovechan la cercanía entre juez y partes para resolver mejor y rápido. La “distancia social” quizá sea su peor enemigo.
Es posible que el Estado no pueda organizar un sistema de trabajo remoto centralizado en el corto plazo y menos aún que se establezca un sistema de cortes online. Así que qué tal si nosotros los abogados, ya adaptados al trabajo remoto y a las plataformas de videoconferencias, intentamos usarlas para las audiencias y facilitamos el trabajo de los jueces. Las partes, “desde nuestro lado” podemos ayudar a organizar audiencias usando una plataforma y locaciones neutras, teniendo al Juez en video conferencia dirigiendo la audiencia. Puede funcionar y ya hay algunas experiencias que lo confirman. Creo que los abogados tenemos el deber de colaborar con el juez y el proceso, y esta puede ser una manera.