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Por: Vinatea & Toyama

“Drivers laborales 2022” en 2800 caracteres

Tenemos 2800 caracteres para esta columna. 2800 espacios, incluidos los que escribimos ahora mismo, para resumir lo que puede pasar este año.

Mayor regulación.  El Estado, incansable, seguirá focalizado en regular lo ya altamente normado.  Poco avance para atacar la informalidad del 80% y que las personas tengan protección social.  Las leyes se concentran en los formales.  Al final, la apuesta estatal pareciera ser más leyes y menor estímulo para la creación de empleos decentes.

Además del aumento del mínimo vital, se prevén limitaciones para la contratación laboral, reducción de jornadas, dificultades para el trabajo remoto, mayor empoderamiento de sindicatos y negociaciones colectivas, cargas a las empresas por las limitaciones de la emergencia sanitaria, entre otras medidas.

Más fiscalizaciones y juicios.  Los reclamos y denuncias seguirán creciendo por una mayor participación de inspectores y jueces, más demandas de los trabajadores así como incumplimientos de empresas ya sea por las crisis o casos lamentables de evasiones y simulaciones.

Mediatización y organizaciones sociales.  Los sindicatos, comunidades y el periodismo ciudadano pondrán más “lo laboral” en los medios y prensa. Los casos sociales, incumplimientos y fraudes se viralizan y, cada vez más, son más eficientes que los mecanismos tradicionales para acusar a empleadores abusivos.

Empleo público. Seguirá pendiente en la agenda, la reforma del servicio civil para contar con un sistema meritocrático y de retención del talento. Trabajadores CAS, “por honorarios” y sin aumentos son parte del portafolio poco alentador para tener en los funcionarios públicos a los mejores trabajadores.

¿Qué nos toca?   Las empresas deben tener el más alto estándar de prácticas de gestión humana. Nunca más oportuno “trata a los demás como te gustaría que te traten”.  La parte “soft”:  tratando con respeto, escuchando, con transparencia y genuina actuación por su bienestar.  La parte “hard”, evitando plazos fijos por años, trabajadores fuera de planillas, horas extras sin pagos,  trabajos sin equipos de protección, etc.

Hagamos lo correcto gremialmente. Exijamos conductas corporativas. Las empresas deben distinguirse de las malas prácticas y hasta apartarse de aquellas que no cumplen los estándares mínimos.