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Por: Vinatea & Toyama

Ansiedad y frustración: ¿cómo gestionar estos sentimientos desde los ojos del CEO?

¿Cómo gestionar los sentimientos de ansiedad y frustración para seguir siendo líderes inspiradores, que motiven a sus equipos y promuevan la innovación? En este contexto tan complejo, Karl Maslo, director de empresas y consejero de diversos CEO’s, comparte sus aprendizajes para manejar estas emociones en estos tiempos de preocupación.

La pandemia colocó a muchas organizaciones contra las cuerdas, promoviendo situaciones de estrés y preocupación entre los líderes empresariales, de cara a situaciones complejas que les tocaron enfrentar desde sus organizaciones. En este contexto, muchos ejecutivos de alto perfil experimentaron sentimientos de ansiedad y frustración porque sus planes se paralizaron o se pospusieron, o, en otros casos, porque se vieron obligados desvincular a colaboradores, implementar estrategias que fracasaron o asumir desafíos que terminaron impactando en el equilibrio entre lo personal y lo laboral. Bajo esa realidad, ¿cómo seguir siendo un CEO sin descuidar la salud mental?, teniendo presente que el hogar reemplazo a la oficina.

Karl Maslo, ejecutivo con amplia experiencia en la alta gerencia de empresas de nivel internacional como CEO, director de empresas, mentor y asesor de CEO’s, reflexiona en el episodio N°18 de V&T Podcast sobre este periodo altamente estresante para miles de directivos, que en muchos casos no han podido alcanzar sus metas o han tenido que adaptarse a trabajar desde sus casas. “Cuando te encuentres en tu trayectoria profesional, y enfrentes un reto importante, lo importante es saber a quién recurrir o dónde buscar la solución. Si logré que aprendas eso, habré cumplido con mi mandato como profesor”, recuerda Maslo que le dijo un profesor de escuela de negocio, comentando que a los líderes normalmente no se les prepara para el estrés.

Los conocimientos técnicos son importantes, pero más crítico es desarrollar la habilidad de saber dirigir, organizar y alentar a un equipo humano en situaciones de permanente transformación, como las que hemos vivido estos últimos meses, o incluso antes debido a otros fenómenos globales y locales. “Este contexto nos obliga a ser empáticos, humildes, flexibles, entender que no somos expertos, que requerimos personas mejores que nosotros, escuchar nuevos puntos de vista y saber adecuarnos rápidamente al cambio”. La pregunta que surge, ¿cómo hacerlo cuando uno no atraviesa un estado emocional óptimo? La respuesta: buscar otras voces, abrirnos al equipo, ser vulnerables, escucharlo, ser horizontales y descubrir las respuestas.

El reto de la vulnerabilidad

Para Maslo, es importante ser auténticos y fieles a nuestros principios, independientemente del cargo que ocupemos, más aún si somos líderes de una organización. Si bien algunos adoptan el papel del “súper CEO”, asumiendo poses y actitudes que realmente no nos representan, es importante no mentirnos a nosotros mismos porque, cuando el equipo nota que no somos auténticos, la confianza, el respeto y el compromiso se pierden. Ser vulnerables, en este contexto, no es un defecto, es una virtud. ¿Por qué? Porque el abrirnos y ser auténticos es el camino para lograr la empatía. Y la empatía, siempre que es auténtica, construye relaciones de calidad.

La vulnerabilidad es la capacidad que podemos tener de exponernos y mostrarnos tal cual somos, de no esconder lo que nos parece que nos puede perjudicar, sino afrontarlo para poder crecer en los vínculos, forjando caminos que nos lleven adonde queremos ir, dejando lo superficial de lado. Es decir, ser genuinos y auténticos con nuestro ser y a partir de allí construir hacia adelante. Algunos creen que ser vulnerables nos hace perder autoridad, porque mostrarnos débiles puede llevar a otras personas a amenazarnos con quitarnos poder. Por eso ser vulnerables también tiene mucho de coraje, audacia, entusiasmo, perderle el miedo al riesgo y valentía.

“Que quede claro que no intento desalentar a los jóvenes ejecutivos que van camino a convertirse en CEO’s o que desempeñan ese rol por primera vez. Por el contrario, puesto que considero que ser conscientes del reto que significa, les permitirá tomar mejores decisiones” escribió Maslo en su blog, en un artículo titulado “CEO: el verdadero precio del liderazgo empresarial”.

Innovación y soledad

Para innovar debes poder motivar a tu equipo. Y, para sacarlo de una situación de desánimo, debemos influir en ellos para obtener lo mejor de ellos. ¿Cómo? Maslo cree que para incorporar este ADN de cambio debemos dar el ejemplo, que la gente sienta que somos humanos, aceptar que fallamos, que la gente sienta que dependemos del equipo y no al revés. Y, cuanto mejor gente reunamos, mejores resultados vamos a alcanzar.

Es fácil, claramente, Maslo considera que no. “Ser CEO solo hay uno, no 10. Eres el único responsable por lo que ocurra en tu organización. Habrá soledad, pero por eso requieres ayuda, equipo, para gestionar ese sentimiento de soledad”. De esa forma, más allá de los sentimientos negativos, si logramos interactuar permanentemente con el equipo, a todo nivel, nos abre los ojos a cosas que no sabemos que están pasando. Consejo: la soledad va a quedar, hay que manejarla enfocando nuestra energía rodeándonos del mejor talento.

Para conocer más sobre temas liderazgo empresarial, los invitamos a escuchar el episodio completo en nuestros canales de Spotify y Apple Podcasts, buscándonos como Vinatea & Toyama Podcast. También pueden ver el video de la entrevista en nuestro canal de Youtube.